LITERATURA

Friday, April 10, 2009

LIBROS PARA ANCASH: Bullente ejemplo y razonada convicción

Lenguaje del mar / crónicas pis@diablescas


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Años

LIBROS PARA ANCASH:
Bullente ejemplo y razonada convicción



Víctor Hugo Alvítez Moncada(*)


Ancash es un emporio natural y cul­tural -que duda cabe- y por ende fuente de inspiración y creación artística por excelen­cia. Nuestro departamento o región exhibe los más bellos paisajes debido a su diversidad biológica y estratégica ubi­cación geográfica, desde el mar hasta sus cumbres nevadas y eternas de ayer, sus playas, valles, callejones y ceja de selva; hacen de él, uno de los territorios más ad­mirados del Perú y el mundo. En el rosario de sus pueblos han nacido grandes mujeres y hombres representantes de la ciencia, la tecnología, la cultura y arte en general. El presente, se cumplirán cincuenta años de la aparición y circulación de la colección: LIBROS PARA ANCASH en julio de 1958, como homenaje a sus forjadores y emprendedores hijos que dieron muestras de inmenso cariño y amor a su herencia ancestral.

Cuando llegué a Chimbote en abril de 1983 en pleno fenómeno El Niño que costó tres largos días de viaje desde Cajamarca; instalados al calor familiar, soportando altas temperaturas de la época y a punto de volver a la tierra; un buen día, acomodando los libros de la nueva casa, hallé en la “humilde biblioteca” dentro de un cajón viejo y empolvado, haciendo honor supongo a la antigua denominación de biblioteca del latín biblio: libro y teca: ­caja; entre otros, un pequeño volumen cuyo título me impresionó a primera vista: ANCASH. Leyendas, Fábulas y Cancio­nes, con letras negras a la mitad de la cará­tula sobre un fondo palo rosa, aquel color de la belleza infinita. La otra mitad, resalta una ilustración paisajista en blanco sobre fondo negro: cabeza clava al centro, sol con rayos luminosos, nubes airadas por el viento, cerro bicéfalo representando al Huascarán y Cordillera Blanca, plantas en toda floración y unas casitas con tejados a dos aguas en planos superpuestos que a cual­quiera de nosotros nos hace pensar inme­diatamente en el panorama maravilloso y riqueza de la mansión en que hemos nacido y/o vivimos, aún no conociéndolo ampliamente para sentirlo, quererlo y llevarlo en el corazón y propia alma de cada uno de nosotros.

Dentro de la ilustración de la carátula de la colección, en la parte inferior derecha casi en todo el ángulo figura: LI­BROS PARA ANCASH en un cuadrito de 2 x 1.5 cms. Sin embargo, a mi mo­desto entender el sub titulo encierra en toda su magnitud el valioso mensaje del exqui­sito material bibliográfico donde saborear las aguas frescas de su río cristalino, gran parte de su historial, tradiciones, cuentos, canciones, leyendas, etc. con toda su fan­tasía digna de admiración. Entonces con in­mensa fe cuando leamos estos pequeños grandes libros de 12.5 x 17.5 cms. que en número de cinco conforman la insuperable y bella colección, quizá la más im­portante del siglo XX en Ancash, publicada por Ediciones Peruanas S.A. el 10 de julio de 1958 en Lima; cincuenta años después guardan sus páginas ambarinas nuestro valioso patrimonio material e inmaterial; haciéndonos saber de buena tinta por la calidad de sus autores el majestuoso y agreste territorio que nos cobija en su seno para admirarlo y cantarle perennemente imitando “su vieja cantera de escritores y poetas”, con elevada responsabilidad de conferir indemne a nuestros descendientes y sucesivas generaciones.

La colección Libros para Ancash, conforman los siguientes títulos:

1. ANCASH. Leyendas, fábulas y canciones. (Antología). Selección y prólogo de Justo Fernández y César Ángeles Caballero.

2. ANCASH. Tradiciones y cuentos. (Antología). Selección de Mauro G. Mendoza.

3. ANCASH histórico. (Antología). Pró­logo de Félix Álvarez Brun.

4. Unas manos violentas. Relatos de C.E. Zavaleta. (El muñeco, Los Íngar, La Ba­talla y El Cristo Villenas.

5. Cuentos peruanos contemporáneos. Antología y prólogo de Antonio Escobar.

Presentan la colección: Santiago Antúnez de Mayolo, Luis E. Valcárcel, Federico Sal y Rosas, Alfonso Ponte, Félix Riso Patrón, Erasmo Roca, María Rosa Macedo, Félix Álvarez Brun, C.E. Zavaleta, Jaime López Raygada, Ernesto Reyna, Rosa Cema Guar­dia, Julio Ramón Ribeyro, David T. Izaguirre, Fermín Carrión Matos y Mauro G. Mendoza. Es decir una pléyade selecta e ilustre intelectualidad ancashina, ancashinistas y reconocidos pensadores peruanos; haciendo de la publicación una verdadera joya de estudio, análisis, colección, exhibición y orgullo, que es nuestro deber irradiar hacia las nuevas descendencias quie­nes saciarán su sed cultural en verdaderas fuentes bibliográficas para conocimiento y fortalecimien­to de identidad.

Pero ¿cómo se hizo?, ¿quién o quié­nes fueron los protagonistas de la gran­diosa obra? ¡Alguien debió estar bajo tan acrisolado sueño!, me preguntaba y no hallaba respuesta; hasta que en 1997, cuando fue presentado en este “Puerto de Oro” el libro: PUEBLO AZUL Cuentos sobre el Callejón de Huailas, del célebre diplomático, ensayista, traductor, doctor en Literatura: Carlos Eduardo Zavaleta Rivera (Carás, 1928), quien en su disertación hizo referencia sobre diversas peripecias y dificultades que él y otros amigos tuvieron que afrontar para ver editada la colección “Libros para Ancash”, agregando que viaja­ron por todo el territorio, provincia por provincia, pueblo por pueblo, ofreciendo en venta sus ideales convertidos en tan anhelante muestra bibliográfica, pasa­ndo por Chimbote regando semilla prodi­giosa; viniendo a la mente del expositor par­te de su vida trasuntada aquí en arenales fértiles frente a la hermosa bahía El Ferrol de aquel tiempo cercano y lejano a la vez. Inmediatamente tuve la respuesta certera; de aquella grata visita será que llegó a mis manos ­cual gavilla de trigo con sus espinas dora­das aquel volumen 1 que al leer sus páginas grabaron en mi mente y corazón un inmenso cariño por esta tie­rra que desde entonces ha de ser mía y para siempre; proponiéndome además reunir algún día toda la colección inhallable, desafío hecho realidad quince años después.

Aquella noche cuando escuché al maestro Carlos Eduardo Zavaleta, supe que en su intelecto estuvo latente tal proyecto hasta alcanzamos su cauce bendito, por eso es justo que Ancash, autoridades e instituciones tutelares, empresas y especialmente educadores, estudiantes y público en general, celebremos jubilosos “Bodas de Oro” de tal acontecimiento, tributando unidos sincero homenaje y enaltecer su ejemplo, mante­niendo encendida la tea luminosa a cincuenta años de publicada la obra; a todo el equipo mayor­mente coetáneos ancashinos bajo el entusiasmo de C.E Zavaleta, hijos de esta tie­rra y patria que no tienen fronteras en amor y cultura, reeditando la valiosa colección o lanzando otras que superen espléndidamente dicha inquietud, como ya existen algunos formidables empeños. Cristóbal Bustos Chávez, en Visión literaria de Ancash, señala al respecto: “En julio de 1958, Ediciones Peruanas S.A., con el concurso de un grupo de intelectua­les ancashinos y nacionales, publicó 5 to­mos del FESTIVAL DE LIBROS PARA ANCASH, como una valiosa contribución cultural, que no se ha repetido”…

Entonces diremos que eso de “serranos o costeños”, que “parecemos dos continente” o “estamos divorciados culturalmente en Ancash”, es pura falacia e ignorancia; la integra­ción y desarrollo son muy anti­guos y como muestra florecen en el tiempo: La Galgada, Punkuri, Sechín, Chavín, Pashas, Konchucos; tradiciones y costumbres, leyendas y canciones, danzas, vestimenta y gastronomía, etc. esculpiendo en piedra, barro y sentimiento un mensaje de unidad fraternal y vieja civilización, bajo nuestros apus protectores.

Conozcamos los contenidos de cada uno de los volúmenes:

1. ANCASH. Leyendas, fábulas y can­ciones.

Al iniciar el prólogo podemos leer: “Ancash ha contribuido armoniosa­mente a la conformación temática del fo­lklore del país, aportando diversos y fecun­dos motivos vernaculares, de sugerente contenido y de dinámica estructura. Sus le­yendas, fábulas y canciones, exhiben mati­ces muy visibles, que no se oponen a una marcada señal de conjunto, cuya naturale­za revela en pequeña escala este volumen. Las breves narraciones recorren una exce­lente gama expresiva, donde los asuntos mitológicos que buscan el origen de los real, hasta los múltiples hechos fortuitos en los que participan Dios, los santos, los animales y los muchos agentes naturales” ...
En la sección “Leyendas y Fábulas” presenta: El mito de los Huaris, Santiago Antúnez de Mayolo; El Illa, El turmanyé, el Ichi el enanito, el sapo y la rana, la cule­bra y la zorra, el zorro y la huanchay, el puma y zorro, la achiqué, recogidas por Arturo Jiménez Borja; Una peña y un ma­nantial de agua, Fr. Antonio de Calancha; El ídolo de Catequilla, Joseph de Arriaga; La achiqué, Una ciudad de enanos, El cas­tigo de una madre, El indio de Atun-Irca, La piedra que curó el mal del corazón, El recibimiento de la virgen, compila­das por diferentes personajes en el Callejón de Huailas y otras pro­vincias que fueron publicadas por José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos. Inmensa contribución que comprometen nuestro total reconocimien­to. Continúan: Shangol, El Huandoy y el Huascarán, el Ichik-Olljo (el duende), San Juan, recogidas por César Ángeles Caba­llero. Capacocha de Ocros, Leyenda de una toma de regadío para las tierras de Inca, Augusto Soriano Infante; Leyenda de fun­dación de la ciudad de Huari, Justo Femández; y, Diablos, diablas y diablillas, Luis Alayza y Paz Soldán.

Continúa un manojo de “Canciones Quechuas” recogidas en Aija, Carás, Pomabamba, Sihuas, Huari, Olleros, Uquia, Huanchay, Conchucos y otros pueblos. Así mismo. “La Fuente” (Cantar de Ancash) re­copilación de Alomía Robles, autor del in­mortal “Cóndor Pasa”, Finalizando con “Otras Canciones” sobre el cancionero de Luis Pardo Novoa (1874­ – 1909) “El romántico bandido”: entre chuscadas, huainos, yaravíes, valses; dedicadas a aquel personaje mítico, natural de Chiquián, como los romances compuestos por José Torres de Vidaurre, allá por 1935: “Luis Pardo es un gran bandido / la justicia lo persigue / desde Chimbote a Recuay / sus hechos suenan clarines”; Además de otras canciones recopiladas por Justo Fernández Cuenca y César Ángeles Caballero. re­cordado hasta nuestros días como lo de­muestran las obras: Luis Pardo: El gran Bandido” (1967) de Alberto Carri­llo Ramírez, Viva Luis Pardo (1996) de Oscar Colchado Lucio, etc.

Con toda esta belleza y riqueza literaria concluye el primer volumen en 93 pá­ginas, tamaño cuarto de oficio, edición po­pular, terminadas de imprimir en Lima el 10 de julio de 1958, Ediciones Peruanas, S.A. fecha en que salió a la luz toda la colección.



2. ANCASH, Tradiciones y Cuentos.

“Tras el nombre y el arte del famoso Ricardo Palma, algunas de cuyas tradi­ciones son de ambiente ancashino, ofrece este volumen un conjunto de tradiciones y cuentos de los más valiosos escritores nacidos en el Departamentos de Ancash. Celso V. Torres y José Ruiz Huidobro, son entre ellos, quienes sintieron mayormente el influjo de Palma. Victor Manuel Izaguirre, novelista de costumbres, es a toda hora un pintor que zahiere y punza los ambientes de aldea, Aurelio Arnao, distinguido escritor de cuentos y cronicones novelados, pulcros de estilo, cala mejor es sus personajes y los señala más objetivamente en el centro de la pequeña ciudad. Ladislao F. Meza «el bohemio del sombre­ro alón», paseó por Huarás y por Lima su figura romántica y publicó, en su corta vida, novelas, cuentos y obras de teatro donde su fantasiosa intimidad se desbor­dada. J. Eugenio Garro, ensayista y traduc­tor también, recogió leyendas de su tierra e inventó algunas otras, igualmente llenas de lo sobrenatural e inexplicable. Alejan­dro Tafur Pardo, profesor, hombre de letras y del periodismo, nos da aquí un relato que cabalga entre la historia y la literatura. Y finalmente, David T. Izaguirre de­dica una de sus ‘estampas huaracinas’ a un maestro que muchos no olvidan: Alejan­dro Dextre y Sierra”.

Reunida en una excelente antología por Mauro G. Mendoza Alegre, presenta: Las tres etcéteras del libertador, Justicia de Bolivar, A muerto me huele el Godo, Ri­cardo Palma; Finanzas de Uñiperio, la te­meridad y la justicia de Dios, Celso V. To­rres; Fuego graneado, Fiesta de barrio, Victor M. Izaguirre; Lo irreparable, Historia vulgar de un hombre de bien, Aurelio Amao; Los amores del diablo, José Ruiz Huidobro; El secreto de una cabellera ru­bia, Ladislao F. Meza; El solitario, Juan Eugenio Gorro; La heroína del amor casto, Alejandro Tafur Pardo; Estampas huaracinas: Don Alejandro, David T. Izagllirre. Notas de viaje: Los Chimbadores, Antonio Raimondi; y, El Callejón de Huailas en 1883, Abelardo Gamarra "El Tunante”. Todo esto nos ofrece el segundo tomo, en 93 páginas cuyo azul cielo y mar ancashino dan color a la carátula, con el fondo del paisaje citado guardando así la unidad los cinco tomos.



3. ANCASH histórico.

Selección y prólogo del reconocido maestro universi­tario, diplomático e historiador pallasquino Félix Álvarez Brun (1922) quien refiere: “Para escribir una historia de Ancash existe nutrido bagaje bibliográfi­co. Desde la época de la conquista hasta nuestros días, se tiene documentos y noti­cias de cronistas, de extirpadores de ido­latrías, de viajeros, arqueólogos e historia­dores, que pueden servir para la elabora­ción de una interesante historia del departamento”...

La obra está di­vidida en tres importantes épocas para un mejor entendimiento, distribuida de la manera siguiente:
Época Pre-Hispánica: Sobre el descubrimiento de la Cultura Chavín - Chavin del Perú, Julio C. Tello; y, La prehistoria de Ancash ante la critica moderna, Fermín Carrión Matos.
Conquista y Colonia: Itinerario de Hernando Pizarro: de Huamachuco a Paramonga, Mi­guel de Estete; de Santa a Paramonga, Pe­dro Cieza de León; Doña Inés Huailas Ñusta, amante india de Pizarro, Raúl Po­rras Berrenechea; Conquista espiritual de Ancash, la idolatría, Alberto Gridilla O.F.M.; y, Las provincias de los Conchucos y de Guaylas, Antonio Vásques Espinoza.
Independencia y República: Próce­res ancashinos de nuestra Independencia, Manuel S. Reyna Loli; Buin y Yungay, Jorge Basadre; El Callejón de Huailas, Antonio Raimandi; El indio ancashino, AI­fonso Ponte Gonzáles; La sublevación de los indios del Callejón de Huaylas, San­tiago Antúnez de Mayolo; y, La muerte de Atusparia, Ernesto Reyna Zegarra. Sus contenidos en 101 pági­nas, convierten en invalorable fuente de consulta. Su ca­rátula es amarillo bronce u oro viejo se­mejando nuestra riqueza e ilustración en fondo negro igual a las anteriores.


4. Unas manos violentas. Relatos de C.E. Zavaleta.

“He aquí una selección de las mejo­res páginas de Carlos Eduardo Zavaleta, nacido en Caraz en 1928. Se publica su novela corta “Los Íngar”, dos veces pre­miada, cuya intensidad lírica al dibujar personajes que rebasan la sierra de Ancash han sido muy elogiadas. “La Batalla” es un cuento de intenciones épicas sobre la famosa fiesta de la tortura de cóndores en el Callejón de Huailas. "El Cristo Villenas” es un osado punto de vista en campos religiosos. “El muñeco”, cuento que abre el volumen, plantea la dramática existencia en los suburbios de la gran ciu­dad”.

Compuesto por 95 páginas, el color de su carátula es un rojo divino semejante a los pétalos de cantuta, nuestra flor nacio­nal e ilustración ya referida líneas arriba.


5. Cuentos peruanos contemporáneos.

Selección y prólogo del escritor peruano Alberto Escobar, quien ano­ta: “Siete de los mejores cuentistas pe­ruano del momento y un joven escritor ale­mán radicado en el país, llenan las páginas de este volumen donde personajes y es­cenas de todo el Perú se retratan en un afán que es mayormente crítico y realista. To­dos ellos dedican sus cuentos a Ancash, a pesar de ser ésta una tierra que sólo cono­cen a través de lecturas y de hondo senti­miento de peruanidad”.

Reúne los siguientes cuentos: Tata Mayo, Eleodoro Vargas Vicuña; Ensalmo del café, José Durand; Manantial santo, Rubén Sueldo Guevara; La sequía, José Bonilla Amado; Antucha Hualli, Tulio Carrasca; El banque­te, Julio Ramón Ribeyro; Domingo en la jaula de estera, Enrique Congrains Martín; y, Precursores, Wolfang Luchting. Cierran así 88 páginas de la apreciable colección los mejores cuentistas del Perú; encendiendo en verde esperanza el color de su tapa que seguirá germinando cual Puya Raimondi el alma ancashino.


Veinte años después, continuando tal ejemplar lección de Libros para Ancash, se hicieron algunos esfuerzos con otras publicaciones como la Colección de autores ancashinos. sumando los Cuadernos de difusión. INC – Filial Ancash, dando cabida a escritores y revalorando cada una de las provincias del departamento. bajo la dirección del infatigable maestro Francisco Gonzáles, con el propósito de revalorar la obra de personalidades del desarrollo cultural injustamente olvidados y que no fue avanzada por sus sucesores; saliendo a luz solamente cuatro tomos a mimeógrafo, cortos tirajes y poco conocidos o difundidos:

1. Alma trémula (poesía) y Almas enfermas (cuentos). Teófilo V. Méndez. 1978. 59 pp. Tomo 1.

2. Poesía y prosa. Judith Pando (Edith). 1979. 93 pp. Tomo 2.

3. Poesía y prosa. Alejandro Tafur Pardo. 1982. 266 pp. Tomo 3.

4. Poesía. Agustín R. Loli. s/a. 184 pp. Tomo 4.

Lejos vendría la colección de 20 libros de autores oriundos denominada Biblioteca ancashina, en diversos géneros literarios el año 2005, mérito de Altazor Editores y empuje de nuestro motorista Ricardo Ayllón. Sin duda hay otros valiosos esfuerzos personales que engrandecen nuestra pródiga bibliografía de mujeres y hombres a lo largo y ancho de la región; haciendo mucha falta la creación de fondos editoriales en universidades, municipalidades, gobierno regional y empresas privadas; concursos de índole tecnológico, académico, científico, artístico en instituciones educativas principalmente; fomento de la lectura e identidad. La industria editorial, va tomando fuerza en esta parte costera de Ancash y ojala surjan editores de calidad y se fortalezca una ideal política cultural de Estado que todos esperamos. Libros para Ancash, se adelantó cincuenta años al Plan Lector y otras reformas educativas, acojamos y continuemos su ejemplo.

Concluyo diciendo que, conociendo los títulos de cada uno de la maravi­llosa colección “Libros para Ancash” que bastaron 15 años para reunirla, tras búsqueda constante de preciada alhaja, conser­vada con denodado esmero y ternura, prototipo del acervo cultural de nuestra pródiga región al alcance de todos ustedes en el Centro de Documentación Regional Ancash, que impulso, hecho que aviva el in­menso amor a lo leído, reunido y vivido en todos los confines de este hermoso paraje, comprometidos el presente año a contagiarnos de júbilo y fe al enrumbar nuevos y desafiantes caminos hacia el progreso y desarrollo sostenible de cara a la globalización, amparados en mentes resplandecientes y razonada convicción por alcanzar mayor dignidad y grandiosidad para el hombre, Ancash y el Perú.

Chimbote “Puerto de Oro”, 12 de enero 2 008.

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