LITERATURA

Tuesday, July 11, 2006

CUENTO ESPAÑOL

a solas con chumino


Hoy estamos a solas CHUMINO y YO. Se han ido trabajar Ismael y Raúl, Alejandro no vendrá esta tarde. Es el invierno pleno en Barcelona y yo le digo que no es más que un chocho barato; más que eso: un chocho regalado en los portales de la noche, aullando de urgencias, llamando a los machos de la luna, rasguñando las puertas , atracando a cuanto hombre pase por su piel de oso y sobarse en su piel, como quien no hace nada. Libidinosa y puta, Chumino es una experta buscando donde satisfacerse a solas, ya que no encuentra en sus dominios una manita tibia y complaciente o un pie que se deje hacer.

Y hoy estamos a solas Chumimo y yo. La estufa nos regala un soplo de tibiezas y la tele canta a gritos sus miserias. A ella le encanta el calorcito de la estancia y mis brazos acariciando sus estrellas en celo. Si le toco la cabecita rica, ¡la gran puta! se las arregla para bajármela ahí, donde palpita toda con los nervios al acecho del refriegue y el dolor. Y todos los demonios de los mundos más bajos le recorren la piel en cada espasmo. Pobre Chumino, sola en sus instancias. Desesperadamente sola, porque yo sólo soy espectadora y cómplice del tiempo que sufre por apretarse con el rabo en alto a todos los abismos de la dicha de su carne velluda.

¿ Por qué le niego la satisfacción de convertirse en roja mariposa ?.
¿ Por qué no busco un macho que le haga el gran favor ?
No me lo he preguntado aún. Pero hemos decidido con los hombres de la casa, acabar con su hora de suplicio. Raúl se siente a veces acosado , y yo siento la vergüenza ajena de mi Chumino loco. Le busca como si fuese su hombre consagrado por los destinos crueles. Llora junto a su puerta cerrada, le abraza febrilemente y se deja querer cuando recibe las migajas de cariño que le prodiga él. Con ismael la relación es parecida, Ismael le ofrece su mano en la pelambre cogotera y ella aprovecha el momento para mecerse en sus brazos de padre. Pero Alejandro es pulcro y no perdona tanta putería. No le gustan los chochos rubios de pelo ni los bigotes ralos, ni las barbas greñudas.

Y en consejo de familia y con la ayuda de algunos amigos voluntarios, compadecidos por el sufrimiento de mi chumino bello, hemos decidido que mañana mismo ¡ ya ! le resolvemos el problema para siempre. No le buscaremos un macho poderoso con pelo en pecho y bigotes de alambre. No, la llevaremos a la clínica especializada para someterla a una cirugía que la dejará con el chocho rebosante de monotonía. Engordará y nos dará besitos cada día. Se volverá mimosa y complaciente y aunque no podrá tener cachorros lindos, con esos ojos verdes de agua mansa y aquel andar de jungla exhuberante, será una niña buena buena. Será, como cuando era niña, una gatita tibia y amorosa.

Y por supuesto, una gata esterilizada, ya no podrá llamarse más Chumino . Llevará su primer nombre: Gatilicia.

mariana llano.

5.7.6.

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