LITERATURA

Friday, July 14, 2006

EL PLEONASMO

Palabras nuestras de cada día

Por: José López Mauricio


EL PLEONASMO

En nuestra columna anterior abordamos el vicio de expresión denominado redundancia; sin embargo, es posible que nos encontremos con expresiones que no son precisamente redundantes, sino que cumplen una función retórica. Eduardo Quirós (1984: 61) dice al respecto: “No debe confundirse la redundancia con el pleonasmo, figura de construcción empleada para dar énfasis al pensamiento. No tiene el mismo efecto que un testigo declarase: ‘Sí, señor juez, yo lo vi’ o que dijera: ‘Sí, señor juez, yo lo vi con mis propios ojos’. Las palabras finales no son redundantes, sino pleonásticas. Debido a ellas, la expresión se torna más contundente, terminante y vigorosa.”

El DRAE define el pleonasmo: “(Del lat. pleonasmus, y este del gr. πλεονασμός) Ret. Figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho; p. ej., lo vi con mis propios ojos.” No obstante, el diccionario admite otro concepto alusivo al exceso: “Demasía o redundancia viciosa de palabras.”

Víctor Niño (1998: 194) explica que “Con frecuencia la redundancia se justifica por necesidades expresivas o de dar algún énfasis especial en lo que se quiere dar a entender: ‘lo escuché con estos oídos’, ‘le sale de muy dentro del alma’, ‘lo tomó en sus manos’. La redundancia es distinta a la repetición léxica, índice de pobreza de vocabulario.”

En nuestro entorno es posible escuchar la construcción “valga la redundancia”, con la cual se quiere indicar que, aunque las palabras parezcan repetidas e innecesarias, son pertinentes.

El mes de junio Juan Manuel Rodríguez cita a los escritores Jorge Luis Borges, quien escribe en su cuento El inmortal: ‘En Londres, a principios del mes de junio de 1929...’, y a Gabriel García Márquez quien, en el segundo párrafo de la novela Cien años de soledad, relata: ‘Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos...’ A este argumento de autoridad, agrega: “en Roma existía la familia Junia, como también la familia Julia. El varón de la familia Junia se llamaban Junio, sustantivo propio que es frecuente en culturas como la anglosajona, donde muchas mujeres han sido bautizadas con ‘June’, Junia. Por tanto, iniciar el artículo con ‘Junio comenzó’ hubiera producido ambigüedad en el sentido por no saber si nos referimos a una persona o a un mes.” Para Rodríguez la redundancia “no es un vicio de expresión, salvo en casos de descuido, falta de léxico, amplificaciones amaneradas, ampulosidad, recargamiento y artificiosidad, y si obstruye el fluir natural del pensamiento. Ser concisos es una virtud, exagerarla es un vicio pues acarrearía oscuridad en el texto.”

Coincidimos con Rodríguez en cuanto hay expresiones con palabras con significado reiterativo que son eufónicas. Parece que en similar situación se encuentra la frase “el día de ayer”, pero deberíamos evitar que estas perífrasis sean frecuentes e irreflexivas.
Problemas reales

León Trahtemberg en un artículo escribió: “los gobernantes usan el circo político para distraer a la población, inventan unos escándalos para tapar otros, hacen montajes políticos para distraer la atención de los problemas reales, ...” De hecho un problema es “real”, de no serlo no sería un problema. Pero lo que deseaba diferenciar el autor son los problemas importantes de los irrelevantes. La recomendación sería entonces emplear palabras con propiedad. Sin embargo, en nuestro contexto, con un periodismo sensacionalista y una política tan preocupados en asuntos superficiales, decir “problema real” no es una redundancia sino un pleonasmo.
“Hombres humanos” de Vallejo

Decir “persona humana” es una redundancia, salvo que “humano” aluda a nuestra esencia afectiva. Leíamos al inicio que el pleonasmo es una figura literaria y es en el poema “Los nueve monstruos” de César Vallejo donde apreciamos la energía y esplendor de este recurso: “Crece la desdicha, hermanos hombres,/ más pronto que la máquina...”, “El dolor nos agarra, hermanos hombres,/ por detrás...”, ¡Cómo, hermanos humanos,/ no deciros que ya no puedo...”, “desgraciadamente, hombres humanos,/ hay hermanos, muchísimo que hacer”.

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Niño Rojas, Víctor Miguel (1998) “Los procesos de la comunicación y del lenguaje” 3ª edic. (1ª reimp: 2000) Bogotá-Colombia: Ecoe ediciones.
León Trahtemberg (2004) “Un país no-lector” En: Correo; Lima, 2 de abril. pág. 8
Quirós Sánchez, Eduardo (1984) “Patología de la redacción periodística. Manual para el hombre de prensa” Lima-Perú: Centro de Documentación e Información Andina (CDI). Promotores, Consultores y Asesores Andinos.
Rodríguez, Juan Manuel (2005) “Redundancias” En: Revista Chasqui Nº 89 Marzo de. http://chasqui.comunica.org/content/view/48/56/
Quirós Sánchez, Eduardo (1984) “Patología de la redacción periodística. Manual para el hombre de prensa” Lima-Perú: Centro de Documentación e Información Andina (CDI). Promotores, Consultores y Asesores Andinos. Rodríguez, Juan Manuel (2005) “Redundancias” En: Revista Chasqui Nº 89 Marzo de. http://chasqui.comunica.org/content/view/48/56/

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